jueves, 5 de septiembre de 2013

pfffff!!! cuanto polvillo.... mientras que me voy desempolvando les dejo algo: "El mundo prometido a Juanito Laguna"

Juanito solía viajar por la noche, su familia jamás advirtió sobre sus viajes, ya que Juanito era muy precavido. Él nunca se iba a la cama antes de dejar preparado un bolsito de viaje con lo necesario para la excursión: un espejito, para usar de retrovisor en caso de que alguien quisiera seguirlo; un pullover de lana de llama, ya que solía nevar con frecuencia y más de una vez tuvo que refugiarse entre las ovejas para no sufrir frio; un paquetito de canicas que podía cambiar por chocolates en cualquier esquina; y una bolsita de terciopelo para traer los recuerdos. Los viajes que Juanito realizaba por las noches a su mundo prometido en sueños, variaban de acuerdo a sus ganas de caminar, volar o simplemente quedarse sentado mirando las estrellas jugar a las escondidas. En el mundo mágico de Juanito muchas cosas podían pasar, una vez mientras se estaba cobijando del frío vio la sombra de una gran nube esconderse en un granero. Juanito esperó unos minutos y la curiosidad comenzó a zapatear en su vientre. Al entrar, para su sorpresa,
se encontró con muchas otras sombras, que le explicaron que se escondían ahí porque no tenían lugar en los mundos perfectos. Y que para ellas los verdaderos mundos perfectos estaban llenos de luces y de sombras y que lo mágico no era la ausencia de sombras si no saber donde se encontraban. Esa madrugada Juanito volvió a su cama y dejó en la mesita de luz su bolsita de terciopelo donde guardaba un papelito que le recordaba que un mundo sin verdades no podía ser perfecto.

1 comentario:

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.